Redundancia Externa de Servidores: un enfoque a lo Yoruba

Bueno, llegó la hora de meterle mano a la redundancia externa de servidores. El pedido está claro: hay que dejar en pie una copia de respaldo —y bien sincronizada— tanto del servidor de correo electrónico como del servidor de archivos (Samba).

En esta entrada me voy a centrar en lo de Samba, porque el tema del correo trae su propia historia: estamos aprovechando para migrar de Zimbra a Carbonio, mover toda la data, y de paso implementar redundancia. Pero ya en ese proceso nos topamos con un problema de fondo: el disco qcow2 de Carbonio, alojado en uno de los data centers, anda medio lento, y todo apunta a cuellos de botella en el GlusterFS. Ese tema lo voy a desarollar en otro post, que también da para rato.

¡Pero volvamos al asunto principal!

Tenemos dos data centers físicamente separados: llamémosles DC A y DC B. La idea es simple: armar un clon del servidor Samba en el DC B y tenerlos sincronizados en modo espejo usando Syncthing.

Sí, ya sé... a más de uno le va a sonar un poco “a pedal”. Pero la verdad es que es una solución sólida, segura y transparente. Syncthing trabaja con protocolo P2P, cifrado de punta a punta, sin depender de terceros. Claro que existen alternativas más modernas, como MinIO —un servidor de almacenamiento de objetos distribuido, tipo S3— y seguro que en algún momento lo vamos a evaluar. Pero, muchachos, no nos apuremos: implementar algo así requiere investigación, pruebas, ajustes… y un presupuesto que por ahora no está en la agenda. Ese va a ser un lindo desafío para una segunda etapa, cuando el tema esté maduro.

Por ahora, este esquema “arcaico” —como alguno diría— me da plena confianza: es simple, controlable y cumple con el objetivo: alta disponibilidad sin depender de la nube.

Y listo, ¡manos a la obra!

Ambos data centers corren Proxmox, así que el flujo de trabajo es relativamente ordenadito:

  • Partimos del backup de la VM en cuestión, pero sólo del disco que contiene el sistema operativo.

  • Ese backup lo llevamos al DC B.

  • Lo restauramos, ajustamos IP, nombre de host y firewall.

  • Le añadimos discos duros del mismo tamaño que en el original (hablamos de varios terabytes).

  • Armamos un volumen LVM para manejar el espacio de forma flexible.

  • Instalamos Syncthing en ambos servidores.

  • Configuramos el modo espejo

  • ¡Y a esperar que los terabytes se sincronicen!

No es magia, pero sí es trabajo bien hecho. Y en esto, como en el fútbol, a veces lo simple es lo más efectivo


¡Salud y buen blogging!
— Valerka (Montevideo, Uruguay)
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